Entradas populares

20 de noviembre de 2009

UN SEFARDÍ LLAMADO RICARDO

Por: Felipe Argote


No podemos terminar de desarrollar los aspectos más relevantes del modelo liberal si no incluimos a David Ricardo. Este economista inglés vivió unos años después de Adam Smith. No se interesó en la economía hasta que leyó, mientras estaba de vacaciones con su esposa, los escritos de Adam Smith a la edad de 37 años. De David Ricardo se podría decir que la historia de su árbol genealógico es la historia de la evolución de la actividad financiera. Sus antepasados fueron judíos sefarditas expulsados de Portugal como miles que salieron de España primero y luego de Portugal perseguidos por la santa inquisición de la iglesia católica que inicio el monje dominico Tomás de Torquemada y Fernando e Isabel, los reyes católicos, con el decreto de Granada que expulsaba a 200,000 judíos españoles por no querer convertirse al cristianismo y llevándose con ellos los conocimientos del negocio de la usura. Los antepasados de Ricardo salieron de Portugal hacia Holanda donde seguramente se desarrollaron en el negocio de préstamos que acostumbraban en España y Portugal para luego evolucionar a otras actividades financieras que llevaron con el tiempo al surgimiento de los bancos. Luego sus más cercano antepasados se trasladaron a Inglaterra, seguramente tras la huella de la actividad bancaria que de Holanda se trasladó a Londres. Aquí su padre se dedicó a laborar en la bolsa de valores de Londres, en donde llevó a su hijo David a trabajar desde los catorce años. Todos esos años de generación en generación, siendo fieles a sus principios religiosos independientemente de las persecuciones antisemitas, terminaron con el casamiento por fuera de la fe judía de David Ricardo con una cuáquera inglesa. Esto no lo pudo soportar la madre de Ricardo y de sus dieciséis hermanos, por lo que nunca le volvió a dirigir la palabra hasta el día de su muerte.

David se hizo inmensamente rico en el negocio de la bolsa a muy temprana edad. Se interesó por la economía ya pasados los cuarenta años cuando inició sus escritos mediante cartas que enviaba a los periódicos.


En 1917 publica su libro: “Principios de Economía Política y Tributación”. A David Ricardo se le reconoce su aporte teórico en la llamada "Ley de la Ventaja Comparativa". En ella profundiza los trabajos de Adam Smith que según recordamos expuso la ley de la ventaja absoluta. Ricardo sustentaba que a pesar de que un país pudiera ser mas eficiente que otro en varios o todos los productos, aun así, es beneficiosa la especialización y el intercambio mediante el comercio internacional. De forma tal que el país con mayor ventaja debía especializarse en aquel producto en el cual su ventaja era mayor e importar el producto en que aun siendo mas eficiente la diferencia de eficiencia es menor. Así por ejemplo si Inglaterra es más eficiente produciendo vino y produciendo queso que Portugal, si con 3 trabajadores Inglaterra puede producir 12 botellas de vino y 5 quesos en un número de horas y Portugal en cambio puede producir 4 vinos y 4 quesos en el mismo tiempo, con el mismo número de trabajadores, entonces Inglaterra debe especializarse en la producción de vinos y dejar que Portugal produzca los quesos aun pudiendo ser mas eficiente. Esto es así porque si Inglaterra quiere producir ambos y no importar tendrá que dividir los trabajadores. En tal caso utilizaría 2 para producir vino llegando a un nivel de 12 botellas y uno para producir queso, produciendo 5 quesos. En cambio Portugal produciría con igual número de trabajadores 4 botellas de vino y 4 quesos.

Si se especializan Inglaterra produciría 18 vinos y Portugal 12 quesos. Inglaterra cambiaria 5 botellas de vino por 7 quesos con Portugal. Así Inglaterra tendrá entonces 13 botellas de vino y 7 quesos y Portugal lograría 5 botellas de vino y 5 quesos. En este caso Inglaterra gano 1 botellas de vino y 2 quesos y Portugal gano 1 botella de vino y 1 queso.

David Ricardo fue miembro de la cámara de los comunes del parlamente inglés hasta el día de su muerte y amasó una gran fortuna.

No hay comentarios:

Publicar un comentario