Después del sorteo todos sabían que números iban a salir. En inglés se habla del “Monday morning break office coach”, o sea, el experto técnico de los lunes en el receso de la oficina en la mañana. No importa. Como éste no es un blog de deportes y nos hemos pasado el mes del mundial escribiendo de Sudáfrica es necesario que hagamos el análisis, aunque superficial, de qué pasó en el mundial. Qué llevó a la final a Holanda y España mientras los equipos latinoamericanos se quedaron en la mitad del camino.
No voy a analizar a todos los países latinoamericanos, debido a que el editor es estricto sobre el número de cuadrillas que debo utilizar en cada artículo, para que no sea tan largo que lleve a los lectores al tedio. Basta decir que México simplemente no tuvo con qué. No contaba con el material humano capaz de llegar más lejos de lo que llegó y su entrenador el Vasco Aguirre, a quien le gusta patear jugadores contrarios, también tiene serias limitaciones. Mucho menos Honduras con las bajas de sus mejores jugadores que aunque muchos no lo sepan tenían mayor cartel que México. Tampoco Chile, que aunque tienen buenos jugadores y había hecho una buena etapa clasificatoria, estos no son tampoco las figuras de primer nivel. Su entrenador el loco Bielsa al menos hizo un mejor papel que en el mundial del 2004, cuando dirigió a un gran equipo argentino, favorito para ganar el mundial y se quedó en la primera vuelta ganando solo un juego a Nigeria. Paraguay hizo lo que pudo sin su mayor goleador Salvador Cabañas, que aunque solo jugaba en México debió haber estar jugando en Europa hace años.
Veamos Argentina. A pesar de contar con una aplastante delantera comandada por Messi, el mejor jugador del mundo, Iguaín, goleador del Real Madrid en la liga española, Tévez y el cun Agüero adoleció de la columna vertebral: no contaba con un volante de creación. La tesis de Maradona era que el eje del equipo iba a ser Juan Sebastián Verón, el líder del club Estudiantes de la Plata. Esto no funcionó por lo que terminó Leo Messi haciendo el papel de creador, bajando a buscar la bola ante la falta de este conductor, por tanto limitándose en su propia capacidad de meter los goles. Messi hizo lo que pudo, pero recordemos que él no es Xavi ni Iniesta. En el Barza Messi recibe generalmente los pases de Xavi e Iniesta, pero estos no estaban allí, ya que se encontraban ocupados jugando en la selección española.
El caso de Brasil es más triste. Dunga, un defensor, capitán de la selección de Brasil de 1984 y director de la selección brasileña en el mundial Sudáfrica, decidió desaparecer el estilo Brasileño, el famoso Jogo Bonito, con el argumento de tenían que escoger entre el jogo bonito o ganar partidos, como si fueran contradictorios. Por eso no llevo a Ronaldinho, que sin ser el mejor jugador del mundo, aún es uno de los mejores. En cambio contó en sus filas a Julio Cesar Baptista quien casi no jugó en la Roma del Calcio. Fue triste ver a Brasil perder con Holanda tratando de jugar un fútbol práctico, con una selección que históricamente posee la patente del fútbol práctico: la llamada naranja mecánica.
El jogo Bonito en cambio lo puso España y Alemania debido a su buena media cancha de creación con Xavi e Iniesta en España y con Bastian Schweinsteiger en Alemania. Quién lo iba a decir...
El próximo mundial de 1914 se desarrollará en Brasil. Queda tiempo para que Brasil recupere el estilo que contrario a la filosofía de Dunga es lo que lo ha llevado a cinco títulos mundiales. Argentina debe por su parte aprovechar estos cuatro años para conseguirse al menos dos volantes de creación, para jubilar a Verón y a Riquelme.
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